La Esclerosis Tuberosa es una enfermedad de herencia autosomica dominante. Esto significa que el afectado, al tener descendencia familiar, tiene un porcentaje de un 50% de que su descendiente, pueda ser afectado de la enfermedad o no.
Se han identificado hasta el momento dos genes causantes de la Esclerosis Tuberosa, los genes TSC1 y TSC2.
El gen TSC1 se localiza en el cromosoma 9q34 y codifica la proteína llamada hamartina (van Slegtenhorst MR et al 1997), está constituido por 23 exones, éste causa la enfermedad en un porcentaje bajo de casos y da lugar a las formas más benignas de la enfermedad (Dabora SL 2001).

TSC1 → CR 9q34 / 23 exones.
Hamartina _ 2 isoformas. 366-1164 aa.
El gen TSC2 está localizado en el cromosoma 16p13, constituido por 41 exones y codifica para la proteína llamada tuberina (Consortium, E. C. T. S. 1993).

TSC2 → CR 16p13.3 / 41 exones
Tuberina _ 5 isoformas. 780 – 1807 aa.
Experimentos en drosófila han demostrado que la pérdida de tuberina produce un defecto en el ciclo celular que ocasiona una repetición de la fase S sin entrar en la fase M (Ito N et al 1999). En estudios, se descubrió que la tuberina y la hamartina eran miembros clave de la cascada de señales PI3K/PKB(Akt)/mTOR/S6K que regula la captación de nutrientes, el tamaño celular y la proliferación celular (Potter CJ 2001, Tapon N 2001, Stoker HT 2003)
Ambos genes son del tipo supresor de tumores y causan la aparición de tumores (angiolipomas, angiofibromas, astrocitomas etc..) mediante la existencia de mutaciones somáticas (hipótesis de two hit). Para la aparición de un tumor no es suficiente la presencia de una mutación en la línea germinal sino que hace falta una mutación somática (second hit), que dará lugar a la proliferación clonal de una célula.
Se piensa que ambos genes controlan el crecimiento celular y juegan un papel importante en el desarrollo temprano del cerebro y de la piel.
El hallazgo de mutaciones en estos pacientes confirma el diagnóstico clínico y nos permiten dar consejo genético a estas familias, que se enfrentan a una enfermedad de herencia autosómica dominante, ante su deseo de tener nueva descendencia.
Debido al alto porcentaje de aparición de mutaciones de carácter espontáneo, nos decantamos por un análisis directo de ambos genes mediante técnicas basadas en la Reacción en cadena de la polimerasa (PCR por sus siglas en inglés) seguidas de la secuenciación directa de los genes TSC1 y TSC2.
En caso de un hallazgo positivo, se estudian los familiares probando con la finalidad de confirmar o descartar la existencia de una mutación “de novo” en el mismo, ya que se ha visto que en muchos casos la enfermedad puede pasar desapercibida en los ascendientes y mostrarse más agresiva en los descendientes apareciendo en este caso un paciente “sin historia familiar” de la enfermedad.
Las mutaciones más comunes suelen ser inserciones o delecciones, aunque también hay mutaciones puntuales que redundan en el cambio de algún aminoácido de la proteína codificada en el gen.
Servicio de Pruebas genéticas
- Secuenciación Sanger en TSC1 y TSC2
- Prueba de MLPA en TSC1 y TSC2
- Proyecto de investigación para el estudio de células de la Cresta Neural